sábado, 23 de diciembre de 2017

ENCARNACIÓN/encarnación


El flujo turbulento del consumismo de nuestras vidas en estas épocas especiales nos somete a cacofonías tales que nos hacen confundir el canto de los ángeles con los de las sirenas de Ulises. Y, no estando precavidos como él, somos absorbidos por sus maléficas seducciones.

Abducidos (o, alienados),como nos encontramos, no estamos en condiciones de vivir el MISTERIO de la ENCARNACIÓN, ni de hacer de él el MEMORIAL, al que somos llamados los cristianos año tras año. Una pérdida muy lamentable de la que no tenemos muchas oportunidades de hacerla evidente.

Pero, quizás, lo que es más deplorable sea que renunciamos a la invitación divina de asumir la encarnación propia a la que estamos destinados (“encarnación diminutiva”, tal vez, pero genuina y verdadera) como hermanos y hermanas de Cristo, el Primogénito. Solo los pastores pobres tienen oídos para esa melodía divina.
¡¡GLORIA A DIOS EN EL CIELO Y EN LA TIERRA PAZ A  LOS HOMBRES Y MUJERES DE BUENA VOLUNTAD!!

miércoles, 29 de noviembre de 2017

EL REY PASTOR

La Liturgia nos presenta a Cristo como Rey para finalizar el año litúgico, a pesar de las reticencias que había tenido Jesús cuando salió el tema a lo largo de su vida: huyo, cuando después de la multiplicación lo buscaban para hacerlo rey, que él no venía a ser servido, sino a servir...como en los consejos a los discípulos.
Éste es uno de los antropomorfismos que pueblan los escritos bíblicos. Pero en nuestra cabeza humana no cabe un reino sin rey, ni un reinado que se precie.
La figura del pastor ha sido idealizada tanto en las escrituras como en la cultura actual, por desconocimiento y por imágenes bucólicas asociadas al romanticismo. Pero la realidad concreta era para la mayor parte de los pastores de la época de Jesús una realidad marginal y despreciada. Por eso la amaba Jesús.
La figura del pastor en su faceta lírica, era la preferida  para encarnar al amante entregado y desinteresado. Conociéndose, incluso, las historias de depravación ya olvidadas en la mente de la gente, no es óbice para encarnar al perfecto amante del Cantar de los Cantares.
Posiblemente en realizar esa síntesis entre dos contrarios tan manifiestos radica la fuerza de la fe y el amor. Y es la que va a permitir poder hacer la síntesis máxima del cristiano: El Crucificado con El Resucitado. Poder ver en la cruz la resurrección y en la resurrección la cruz, sin distorsionar nada de ninguno de sus significados.
Que los santos y santas de la Familia Franciscana, que hoy celebramos, nos acompañen para aprender a amar el gozo y la cruz.

Jesús les dijo: « Los reyes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los que ejercen el poder sobre ellas se hacen llamar Bienhechores;  pero no así vosotros, sino que el mayor entre vosotros sea como el más joven y el que gobierna como el que sirve.
 Porque, ¿quién es mayor, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve.
 « Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas; yo, por mi parte, dispongo un Reino para vosotros, como mi Padre lo dispuso para mí,  para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino y os sentéis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
 « ¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;  pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos. »
Lc 22,25-32

lunes, 20 de noviembre de 2017

TALENTOS


La parábola de los talentos se nos presenta difícil para una interpretación ajustada a la intención original de Jesús de Nazaret. Sin embargo se presta a multitud de glosas, por lo sugerente y lo vital de lo planteado en la parábola.
En traducciones bíblicas sin marcado interés pastoral se encuentra la expresión del “dueño” con el sirviente menos capacitado increpándole: “cobarde y negligente”. Esta traducción es más acorde con el miedo que manifiesta el criado ante la encomienda de su señor.
Leyendo a Etty Hillesum en notas de su diario, es bastante inmediato asociar lo expresado por ella con esta parábola. El miedo manifestado por el siervo corresponde con el miedo que -ella refiere- tenemos a “desgastarnos” (no tanto a fallar o a incapacidad, propio de un estrato psicológico). Y este miedo radica en no haber encontrado la fuente personal (a la que ella llama “Dios”) y atribuye, como consecuencia, una vida desarreglada, incompleta por ser infiel a sí mismo y a la fuente, que es Dios.
Vivir consiste, ni más ni menos, en ese quehacer que nos posibilita ser auténticamente nosotros mismos. Por eso, dice E. Hillesum, “no podemos vivir insuficientemente”. “Nos rodean abismos, hoyos que se tragan todos nuestros talentos (como agujeros negros) radicados en nuestro propio ser y que nos quitan la vida y la alegría de vivir”. E. Hillesum Diario 1941-1943. Milán.
« Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará. Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? Mt 16, 24-25

miércoles, 8 de noviembre de 2017

DECORACIÓN

Sin intentar grandes exploraciones etimológicas, podemos asociar decoración con afecto (cor, cordis, además de corazón significa afecto) y, en un estado de salud (personal, psicológica, social, económica…) la vincula a un estado anímico.
Cuando la ausencia (de la decoración) se produce por opción libérrima personal se produce un cierto encerramiento y hasta un encogimiento de nuestro ánimo y, ¡viceversa! Ignoro si el minimalismo, con otros acentos escénicos, logra evitarlo. Es casi seguro que en los sujetos pasivos va a desencadenar procesos inconscientes.
Lo que estamos viviendo con la publicidad es justamente las antípodas del proceso natural personal. Se trata de invertir los flujos para conseguir, mediante sofisticados y estudiados métodos, la sugestión que inclina nuestra anestesiada voluntad a comportamientos (sobre todo de consumo, pero también, hoy en día, de opinión) total o parcialmente enajenantes.
¿Podemos defendernos, protegernos? ¿Minimizar el influjo, quizás? Ya sabemos, por la Psicología, que la negación no es un camino…
Decía un maestro espiritual que cuando se aborda la ascesis desde una opción voluntarista, no es un camino espiritual elevador sino un retorno de autoafirmación buscando la autogestión (M.Rupnik).
Algo que nos ayudaría sería aumentar la consciencia, fortalecer nuestro “pro-yecto”, renovar fidelidades (actualizando compromisos), elevar nuestra mirada demasiado inclinada a nuestro vientre (Nietzche). Abrir y agitar nuestra esperanza.

Oración de David:
«Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel, por los siglos de los siglos.  Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor, la majestad, porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra, tú eres rey y soberano de todo.  De ti viene la riqueza y la gloria, tú eres Señor del universo, en tu mano está el poder y la fuerza, tú engrandeces y confortas a todos.  Por eso, Dios nuestro, nosotros te damos gracias, alabando tu nombre glorioso.  Pues ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para poder ofrecerte estos donativos? Todo viene de ti y te damos lo que hemos recibido de tus manos.  Ante ti somos forasteros y huéspedes, como nuestros padres. Nuestra vida terrena es como una sombra sin esperanza.  Señor, Dios nuestro, todo lo que hemos preparado para construir un templo a tu santo Nombre viene de tu mano y todo es tuyo.  Bien sé, Dios mío, que sondeas el corazón y te agrada la rectitud. Te he ofrecido todo esto con un corazón recto y veo con alegría a tu pueblo aquí reunido ofreciéndote voluntariamente sus dones.  Señor, Dios de nuestros padres Abrahán, Isaac y Jacob, mantén siempre en el corazón de tu pueblo esta forma de pensar y dirige su corazón hacia ti». 1Cro 1,10

jueves, 2 de noviembre de 2017

CIENCIA sin SEUDO


Retractación: por un uso inadecuado de la ciencia de los -sí- pseudocientíficos, atribuía a la ciencia lo que solo al uso irresponsable, falaz y materialista de la ciencia corresponde. Ciertamente, la ciencia no se puede rebajar porque hagan un uso inapropiado y sesgado de ella.
Lo que se defiende como “ciencia-científica” no es más que la amputación de la verdad para que encaje en lo comprobable y controlable.Y la sabiduría popular asocia las medias verdades con la mentira.
Un conocimiento sin sentido ¿es verdadero conocimiento? ¿Se puede conocer algo sin conocer la ley de la que participa? ¿Un conocimiento limitado a lo controlable es verdadero conocimiento? ¿Se puede ser sabio sin conocer lo que se desconoce? ¿Sólo lo verificable es VERDADERO? Honestamente, ¿podemos renunciar a la VERDAD, aunque sepamos que no la conocemos “todavía”?
La falta de honestidad, responsabilidad (y… ¡de arrestos!) de los “científicos” egoístas, encerrados en su mundo materialista unido a la judicialización del pensamiento, hacen que la posverdad se vaya asentando.
La consecuencias las vemos en la frecuencia descarada de las “fake-news” (noticias falsas y torticeras) en los medios de comunicación, que disparadas como cantos rodados en el lago producen esas ondas entrecruzadas tan típicas, que aparecen en multitud de sucesos, convirtiéndose en un “argumentum ad nauseam”, favorito de los grupos populistas y totalitarios (también conocida como estrategia del "disco rayado").


Fraude en el corazón de quien trama el mal;/gozo para los que aconsejan paz.
Ninguna desgracia le sucede al justo,/pero los malos están llenos de miserias.
Los labios mentirosos abomina Yahveh;/los que practican la verdad alcanzan su favor.
El hombre cauto oculta su ciencia,/el corazón del insensato proclama su necedad.
La mano diligente obtiene el mando;/la flojedad acaba en trabajos forzados.
Ansiedad en el corazón deprime al hombre,/pero una palabra buena le causa alegría.
El justo enseña el camino a su prójimo,/el camino de los malos los extravía.
El indolente no pone a asar su caza;/la diligencia es la mejor fortuna del hombre.
En la senda de la justicia está la vida;/el camino de los rencorosos lleva a la muerte. Salmo 12