jueves, 26 de abril de 2012

SER SALVADOS

Estos dias en la liturgia, los textos del Evangelio nos acercan a una de las realidades más significativas de nuestra fe.
Resulta que en un tiempo en el que estamos hablando del Señorío de Jesucristo, de su victoria sobre el mal, comienzan las dificultades para sus seguidores (la muerte de Esteban, apedreado). Una gran paradoja: proclamamos nuestra salvación y comienza las persecuciones y la muerte.
Y es que la SALVACIÓN, lo mismo que la VERDAD, la LIBERTAD... la VIDA, no puede ser TENIDA ni POSEIDA ("tengo la salvación" o "estoy a salvo").
El vestido más precioso solo será realmente vestido cuando cubra nuestra piel y se impregne de nuestro olor y sudor. Otramente solo será un pedazo de tela, preciosa, pero solamente tela.
No hubieran sido salvados los israelitas si no se hubieran puesto a caminar en medio del mar Rojo, ni Jesús hubiera sido salvado si no hubiese extendido sus brazos en la cruz.

Ahora sí que podemos acercarnos a entender lo que significan las palabras de Jesús: "Aquel que guarde su vida, la perderá. Y el que pierda su vida por mi causa, la salvará" Mt 10,39; Jn 12,25

lunes, 16 de abril de 2012

EL BIEN EN EL MUNDO

Decía G.K.Chesterton (gran pensador y terciario franciscano; 1874-1936) que el mal del mundo consiste en que no nos ponemos de acuerdo sobre "el Bien del Mundo". Quizás sería una insolencia añadir que no queremos ponernos de acuerdo (¿qué hay detrás de la pregunta sobre si puede haber un Bien para todos, tan "distintos" como somos?).
En estas fechas en que celebramos nuestra salvación como Bien Supremo, no estaría de más que nos preguntáramos, con el corazón en la mano, sobre ese futuro bien que (suponemos) esperamos, pero sobre todo:¿cual es el precio que estamos dispuestos a pagar? 
Una sencilla encuesta sobre los detalles que imaginamos sobre esta salvación pondría de manifiesto nuestras carencias y deformaciones.
Esta claro que los "santos" están desdeñados en este mundo que vivimos (sean de carne y hueso o espirituales). ¿Y la santidad? No como concepto abstracto, sino como deseo, como pasión, ilusión...
Y, si no tenemos algo de eso, ¿podremos aspirar a ser levadura y sal?
Tendremos que recurrir, como santa Teresa de Ávila a decir que "Dios escribe derecho sobre renglones torcidos" .
Oremos para que el Espíritu de Dios siga soplando sobre nuestros secos huesos para que sigan brotando tendones y carne en nosotros...

lunes, 9 de abril de 2012

CRISTO RESUCITADO: ¡CRISTO SALVADOR!

Una de las cosas que podemos ver del camino, del itinerario seguido por Francisco de Asis es su relación con la salvación.
En un primer momento de su etapa de conversión su preocupación principal era su propia salvación. Sin esto no hubiera podido comenzar su particular historia de relación con Cristo.
Sentirse salvado,(2Cel 125 y ppss.) fue uno de los elementos de discernimiento que Francisco utilizaba y recomendaba entre los hermanos. Pero este punto no es mas que un jalón en su caminar.
De su asidua meditación en la pasión de Cristo obtuvo un nuevo hito en su peregrinaje: sentirse amado por Cristo, como certeza del amor del mismo Jesucristo y de Dios Padre.
Fue ya cercano de su propia pascua (el paso, el tránsito) donde entendió como fruto del seguimiento de las huellas de Cristo, de su cercanía, que el centro de todos sus esfuerzos debía coincidir con la búsqueda de la salvación de toda persona (y de toda criatura!), porque esa era la preocupación principal de Jesucristo, su Señor.
(Textos: 2Cel 146;172;174;LM 9,4;TC 58 )