viernes, 30 de diciembre de 2016

ESPERANZA DE NAVIDAD


El mal se destierra,
ya vino el consuelo:
Dios está en la tierra,
ya la tierra es cielo.

Ya el mundo es trasunto
del eterno bien,
pues está en Belén
todo el cielo junto.

Ya no habrá más guerra
entre cielo y suelo:
Dios está en la tierra,
ya la tierra es cielo.

Ya baja a ser hombre
porque subáis vos,
ya están hombre y Dios
en un solo hombre.

Ya muere el recelo
y el llanto se cierra:
Dios está en la tierra,
ya la tierra es cielo.

Ya el hombre no tiene
sueños de grandeza,
porque el Dios que viene
viene en la pobreza.

Ya nadie se encierra
en su propio miedo:
Dios está en la tierra,
ya la tierra es cielo. Amén.
(Himno de LH-navidad)

domingo, 18 de diciembre de 2016

ORACIÓN PARA NAVIDAD


Señor, también este año nos prometes andar al encuentro de la luz, de la fiesta de Navidad, que pone ante nuestros ojos la mayor realidad existente: tu amor, con el que has amado al mundo hasta darle tu Hijo único, para que el que crea en él no perezca sino que tenga vida eterna.
¿Qué te vamos a llevar, qué te podemos ofrecer? ¡Cuánta oscuridad en nuestras relaciones humanas y en nuestro interior! ¡Cuántos pensamientos confusos, cuánta frialdad y despecho, cuánta vanidad y odio! ¡Qué cantidad de cosas de las que no puedes estar satisfecho, que nos dividen entre nosotros y no son de ningún provecho! ¡Qué de cosas, en clamoroso contraste con el mensaje de Navidad!
¿Qué harás tú con tales dones y con gente como nosotros? Pero es precisamente esto, en Navidad, lo que quieres de nosotros y deseas arrancar toda esta basura y nosotros mismos como somos, para darnos a Jesús, nuestro Salvador, y, en él, un cielo y una tierra nueva, corazones nuevos y nuevas aspiraciones, una nueva claridad y nueva esperanza para nosotros y para todos los hombres.
Sé tú mismo en medio de nosotros, en este último domingo anterior a la fiesta, en la que nos reunimos para preparar a recibir a tu Hijo como don. Concédenos hablar, escuchar, orar, aquí en el asombro y el agradecimiento, por todo lo que nos preparas, por todo lo que ya has decidido, por todo lo que ya has hecho, Amén
(K. Barth, Preghiere, Turín 1987, 233).

sábado, 3 de diciembre de 2016

"LA HISTORIA ME ABSOLVERÁ"

Acaba de apagarse el ídolo de los progres populistas, dejando una herencia de miseria y dolor en mucha gente, pero teniendo sus arcas bien repletas. Y se cumplirá lo que decía san Francisco: "sus herederos lo maldecirán por no haber guardado más".
Sin embargo quisiera hacer un apunte respecto a la frase que están repitiendo los medios y que es un ejemplo claro del enmascaramiento del pecado.
Cuando alguien piensa en ser absuelto es porque reconoce su pecado. Que no lo manifieste, ni esté dispuesto a pedir perdón, significa solamente, que estamos hablando de otra cosa.

Los que no se convierten
Como dice el Señor en el Evangelio. Y nada tenéis en este siglo ni en el futuro. Pensáis poseer por mucho tiempo las vanidades de este siglo, pero estáis engañados, porque vendrán el día y la hora que no recordáis, desconocéis e ignoráis. Se enferma el cuerpo, se acerca la muerte, vienen los parientes y amigos diciendo: -Dispón de tus bienes.
Ved que su mujer, y sus hijos, y los parientes, y amigos fingen llorar. Y, al mirarlos, los ve llorar, se siente movido por un mal impulso, y, pensándolo entre sí, dice: Pongo en vuestras manos mi alma, y mi cuerpo, y todas mis cosas. 
Verdaderamente es maldito este hombre que en tales manos confía, y expone su alma, y su cuerpo, y todas sus cosas; de ahí que diga el Señor por el profeta: Maldito el hombre que confía en el hombre (Jer 17,5). San Francisco de Asís. Carta a todos los Fieles. Segunda redacción.3.