sábado, 12 de mayo de 2012

UNA ESPERANZA QUE INQUIETA

 ...El "Dios de la esperanza" (Rom15, 13); un Dios que tiene "el futuro como carácter constitutivo" (E.Bloch), un Dios tal como le conocemos por el Éxodo y por las profecías de Israel, un Dios que, en consecuencia, no podemos tener dentro de nosotros o por encima de nosotros, sino, en puridad, tan sólo
delante de nosotros, un Dios que sale a nuestro encuentro en sus promesas para el futuro y al que, por tal motivo, no lo podemos tampoco "tener", sino sólo aguardar en una esperanza activa. Una teología auténtica debería ser concebida, por ello, desde su meta en el futuro.
...  El que espera en Cristo no puede conformarse ya con la realidad dada, sino que comienza a sufrir a causa de ella, a contradecirla. Paz con Dios significa discordia con el mundo, pues el aguijón del futuro prometido punza implacablemente en la carne de todo presente no cumplido.

(Moltmann.J. Teología de la Esperanza. Sígueme. 1965. pgs 21y 27.)

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