martes, 5 de marzo de 2013

LA DEVOCIÓN

La devoción es una de esas palabras que esta criando polvo en el baúl de los recuerdos. A lo sumo permanece como adjetivo con un cierto tinte desdeñoso o conmiserativo (viejitas devotas) Y, sin embargo, la devoción es, en el dominio espiritual, como la puesta a punto muscular en el dominio atlético. Y ningún atleta se embarca en una competición -de élite- si antes no está seguro de poseerla.
Hemos perdido mayoritariamente el deseo de santidad y lo que queda está relegado a la invisibilidad, por la tupida capa de indiferencia que lo cubre.
Cuando san Antonio le preguntaba a san Francisco su opinión sobre sus estudios de teología recibió esta respuesta: me parece bien, con tal que no apagues el espíritu de oración y devoción.
Por la oración y devoción, los "músculos espirituales" estan prestos a realizar la voluntad de Dios, en el amor a los hermanos en particular y al prójimo en general.

Señor, haz que busquemos en esta cuaresma revivir el deseo de tu amor y de la pasión que sientes por todas y cada una de tus criaturas.

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