miércoles, 10 de julio de 2013

UTOPÍA


Utopía –en la obra de Tomás Moro- es una isla de la que es príncipe UTOPOS.
Utopía, para nosotros es, simplemente, un sueño. Y el epíteto de utópico, en una reunión de programación, por ejemplo, es descalificativo.
Utópico simplemente es lo que no tiene -todavía- un lugar. Algo así como un sueño. Un sueño sano. Porque hay sueños que no son sino la proyección de nuestras impotencias. Pero hay un sueño, esperanza lo llamamos los creyentes, que nace de creer en las potencialidades y el desarrollo de lo que es real. No sólo necesitamos creer sino tener una mirada limpia y amorosa para llegar a desearlo.
La obra de Tomás Moro no es muy conocida y pocos la han leído, pese a ser una obra de no muchas páginas. Quizás por lo que dice Quevedo: “se necesita una vida larga para poder comprenderlas”. Vida larga y corazón reconciliado.
PODER y PROPIEDAD, son los dos condicionantes máximos en las relaciones de una sociedad. Algo que ya nos descubrió Jesús de Nazaret y su Evangelio.
Pero sigue siendo nuestra piedra de tropiezo.

Señor, qué es el hombre, para que te acuerdes de él? Salmo 8
¿Quién conoce el corazón del hombre? Jr 17,9

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