sábado, 14 de julio de 2012

EL TRABAJO YO-TU

De nada vale un trabajo personal si es para encerrarnos en un torreón particular, nadando en egolatría y placeres sin fin. Como tampoco podemos amar al otro sin amarnos a nosotros mismos. Pero aceptar al "Tu" y establecer unas relaciones responsables es un trabajo permanente.
Para verlo en una mirada panorámica, son inigualables las siguientes frases que escribió J. Moltmann en El Cristo Crucificado:
 "Una de las dificultades esenciales de la existencia cristiana en el mundo de hoy consiste indudablemente en la incapacidad para la identidad en el otro, el extraño, el contradictor. Tal incapacidad lleva a la asimilación, por una parte, y a la mentalidad sectaria, por otra. Mirado psicológicamente, la falta de sensibilidad para el otro y para descubrir el propio perfil en él y con él es, sin duda, un signo de la debilidad del yo. Ya no se aguanta la propia condición de extraño frente a otros, refugiándose en el círculo de los que piensan como él, o se renuncia a la extrañeza que suscita la existencia."


 Dichoso el que soporta a su prójimo en su fragilidad como querría que se le soportara a él si estuviese en caso semejante.  (Adm 18)

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