martes, 14 de enero de 2014

TOLERANCIA


La tolerancia es uno de los valores más antiguos (Jenófanes, s. VI a.C.) que esta siendo reivindicado por la cultura actual. Es uno de esos valores “evidentes”, que no necesita ser negociado ni consensuado.
Pero son, posiblemente, junto con el amor, los valores que más disfrazamos, adulteramos, degradamos y corrompemos. Hasta tal punto que K. Popper, uno de los adalides de este valor, ya hace años, advertía que su uso prostituido llevaba a la violencia. Y algo de eso tiene que ser cuando su uso más frecuente es como arma arrojadiza contra los rivales para acusarlos y autojustificar nuestra propia intolerancia..
El remedio balsámico contra el mal uso de la tolerancia –decía Popper- es el pluralismo crítico. Al hacerlo, sin querer, ponía el dedo en la llaga de uno de los males crónicos de nuestro tiempo: la falta de autocrítica ante los adversarios, los que no piensan como yo…los diferentes.Pero también ante nuestra propia conciencia(?)

El malvado se gloría de su ambición,
el codicioso blasfema y desprecia al Señor.
El malvado dice con insolencia:
«No hay Dios que me pida cuentas.» Sl.10(9), 3-4.

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