jueves, 24 de marzo de 2016

MEMORIAL EUCARÍSTICO

Dias de gracia y de espacios abiertos al misterio. El doble misterio divino y humano. El misterio que hermana a los hombres con Dios.

Por eso, todos los que vieron según la humanidad al Señor Jesús y no lo vieron ni creyeron, según el espíritu y la divinidad, que él era el verdadero Hijo de Dios, quedaron condenados; del mismo modo ahora, todos los que ven el sacramento que se consagra por las palabras del Señor sobre el altar por las manos del sacerdote en forma de pan y de vino, y no ven ni creen, según el espíritu y la divinidad, que es verdaderamente el santísimo cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo, están condenados, como atestigua el Altísimo mismo, que dice: Esto es mi cuerpo y la sangre de mi Nuevo Testamento, que será derramada por muchos (Mc 14,22.24); y: Quien come mi came y bebe mi sangre tiene vida eterna (cf. Jn 6,55) San Francisco de Asís. Admonición 1ª

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