lunes, 9 de enero de 2012

TIEMPO ORDINARIO

Una señora le pregunta a otra:
- ¿Qué es el tiempo ordinario?
- Pues el tiempo normal, claro.
Olvidamos con frecuencia, por descuido, que ordinario viene de "orden" y normal viene de "norma" . El problema es que ese "orden" y esa "norma" lo vivimos como algo impuesto y por lo tanto "no deseable". Lo mismo nos ocurre con extraordinario, que en su origen era algo que "sobrepasaba" lo ordinario (en continuidad), y en la actualidad lo hemos convertido en "fuera" de lo ordinario (ruptura).
Así hemos convertido lo ordinario en rutinario, algo monótono, cansino y aburrido.
Olvidamos que nuestra naturaleza nos empuja a las vacaciones -el vacío, la ausencia de actividad-, ignorando que solo la gente que tiene su "norma" puede hacer efectiva la realización de actividades gratificantes.
¿Pero quién busca ya lo "gratificante"?, ¿no es mejor buscar lo placentero y nos ahorramos el esfuerzo?

Descubrir la grandeza de las cosas sencillas. El gusto por la simplicidad se ha convertido en un arte de orden similar al de los buenos catadores de vinos (por poner un ejempo de actividad gustativa).  Tal vez lo fue siempre y por eso solo esta al alcance de las personas humildes.






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