Estos días hay un debate -por la
oposición popular- sobre la explotación de unos terrenos por la
minera multinacional Xstrata Nickel. No sólo la presión popular
sino también un informe negativo del PNUD ha obligado al gobierno a
negar el permiso de explotación “temporalmente”. Esperando que
cese la alarma social creada por la posible intervención de una zona
de alto valor en el equilibrio ecológico de la Hispaniola.
Y es que solo puede entenderse lo
vivido estos días en la población de Bonao, desde la alienación
que impera.
Resulta que la empresa en cuestión ha
conseguido enfundar en camisetas entintadas con slogans a los
trabajadores y comerciantes, que eleven pancartas y sacarlos a la
calle en manifestación.
Uno de los slogan empuñados es “no
jueguen con mi moro” (pintados con pistola y plantillas, claro que
para esto sí hay dinero ). Como si no hubiera otros intereses mayores.
Cualquiera que tenga ojos en la cara y
quiera abrirlos para ver en qué se ha convertido los terrenos ya
explotados en los últimos cuarenta y dos años puede darse cuenta en
qué se ha convertido el moro de los antiguos trabajadores (ya
licenciados, porque eran muy costosos) donde ni batatas pueden ya
sembrarse, en una zona privilegiada de yuca, guineos, mangos y todo
tipo de frutales. Por supuesto de la reforestación pactada, ni la
mitad de la décima parte. Pero claro esos manifestantes no pueden
montar en los helicópteros en los que se pasean los jefes para ver
en toda su dimensión la zona explotada, ni patean el terreno como los hijos de Machepa. Tampoco les preocupa el moro
de sus hijos, nietos... Ni el agua, ni la contaminación, ni la
extinción de especies naturales, de siglos. Nada de esto cuenta sólo
el moro para hoy.
¿No es otra muestra de la alienación
que nos aplasta?
Sin una conciencia social, ¿qué puede
quedar de las conciencias personales? Y sin conciencia personal,
¿podemos ser personas?
No es solamente las preocupaciones
ecologistas las que deben movernos a los cristianos en este caso sino
la Justicia Social ninguneada y pisoteada.
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