miércoles, 2 de noviembre de 2016

OBJECCIÓN DE CONCIENCIA

Parece que la objeción de conciencia se esta convirtiendo en el último reducto que estan intentando someter los actuales poderes fácticos. Es lo que se puede deducir de las últimas revelaciones de los correos de Hilaria. Es importante porque esta señora es la imagen pública de todos estos poderosos que se agrupan en la "red de poder corporativo", que señala el profesor Ladislau Dowbor -dowbor.org- y que controlan el 40% de todos los recursos y de la economía mundial(son 147 grupos, el 75% bancos).
Ya el año pasado esta señora, en un discurso al colectivo sexualista, no se cortó un pelo al defender la coerción de los poderes públicos para con las instituciones religiosas a fin de modificar sus opiniones morales.

 ¿Qué será lo siguiente? ¿no reconocer como derecho humano la libertad de conciencia? ¿ó se tratará más bien de una libertad domesticada a sus designios?

Ahora bien, lo que en fin de cuentas se exige de los administradores es que sean fieles.  Aunque a mí lo que menos me importa es ser juzgado por vosotros o por un tribunal humano. ¡Ni siquiera me juzgo a mí mismo! Cierto que mi conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo justificado. Mi juez es el Señor. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor.
El iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto los designios de los corazones. Entonces recibirá cada cual del Señor la alabanza que le corresponda. 1Cor 4, 2-4

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